Aunque el Fuero del Trabajo de 1938
anticipó los soportes de la acción sindical, sería la Ley de Unidad
Sindical de 26 de enero de 1940 la clave de la organización sindical
en el régimen del 18 de Julio y en definitiva del sindicalismo vertical expresado en la Ley
de Bases de la Organización Sindical de 6 de diciembre de 1940.
La declaración no permitió dudas, unía de forma automática y obligatoria
en la única CNS (Central Nacional Sindicalista) a todos los españoles
en su condición de "productores".
«...La organización sindical se constituye en un orden de sindicatos industriales, agrarios y de servicios, por ramas de actividades a escala territorial y nacional que comprende a todos los factores de la producción...»
Fuero del Trabajo, punto XIII.2.
El Sindicato vertical u OSE fue fundado en 1940, como resultado de las
varias legislaciones aprobadas por el régimen, aunque no celebró su
primer congreso hasta marzo de 1961.
Dirigida a acabar con la autonomía que habían mantenido hasta entonces
las organizaciones católicas agrarias y promovida por el entonces
Delegado Nacional de Sindicatos Gerardo Salvador Merino, un camisa vieja
con pasado izquierdista que durante la Guerra Civil Española fue Jefe
Provincial en La Coruña, donde se había ganado fama de obrerista.
Salvador pretendía crear un potente aparato sindical autónomo y capaz de
encuadrar a las masas obreras.
«...La acción de los Sindicatos en las esferas nacional, provincial y local se desarrollará en la disciplina del Movimiento y bajo las jerarquías de los Mandos sindicales correspondientes de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S., que funcionarán, respecto de los Mandos Políticos del Partido, con la subordinación que establecen los Estatutos del mismo...»
Artículo 20.
La OSE fue el resultado de la fusión de las organizaciones obreras del
falangismo, el tradicionalismo y las organizaciones patronales, con el
fin de organizar a trabajadores, técnicos y a patrones dentro de una
sola estructura vertical, similar al fascista para las relaciones
laborales en un estado corporativo, que es en lo que terminó todo
(aunque seguramente sea más correcto compararlo con el modelo
corporativo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera que con el modelo
fascista).
En ella,
todos los trabajadores y patronos, llamados “productores,” tenían el
derecho de elegir sus representantes mediante elecciones.
En esta OSE los trabajadores y los patronos presuntamente estaban en pie
de igualdad (una diferencia esencial con el Nacionalsindicalismo de la
Falange, pues esta ideología diferenciaba claramente entre empresario y
capitalista, poniendo en pie de igualdad al obrero y al empresario, sí,
pero excluyendo siempre al capitalista y rechazando tajantamente el
principio de armonización entre trabajo y capital, ya que proponía la
propiedad sindical de las empresas). Por ello, las huelgas fueron
prohibidas.
En aquel contexto, a comienzos de los años 60, el Partido Comunista de
España (entonces clandestino) decidió una política de infiltración en la
OSE, en teoría, para alcanzar los aumentos prácticos para las
condiciones de los trabajadores. En realidad se trataba de aprovechar
las estructuras del régimen para propiciar su caída. De ahí surgieron
las Comisiones Obreras, en cuyo nacimiento tuvieron mucho que ver numerosos
falangistas relevantes como Ceferino Maestú o Diego Márquez
(posteriormente Jefe Nacional de Falange Española de las JONS).
La situación se mantiene hasta la ley Sindical 2/1971, de 17 de febrero,
que estructura la Organización Sindical Española otorgándole naturaleza
institucional y carácter representativo. La actividad sindical vuelve a
depender del Ministerio de Relaciones Sindicales.
Al final de la dictadura de Franco, la OSE perdió su fuerza, siempre
limitada y los sindicatos ilegales ganaron la fuerza (CCOO, UGT, USO,
CNT, etc.). De hecho, una vez fallecido el general Franco y hasta la
supresión de la OSE, la mayoría de los empresarios preferían acordar
convenios y pactos de empresa con la representación de la organizaciones
sindicales clandestinas que con los representantes de la OSE.
A lo largo de toda su existencia la Organización Sindical contó con un gran entramado burocrático y dispuso de un buen número de organizaciones a través de las cuales ejecutaba sus funciones «sociales». Buena parte de estas eran las llamadas «Obras Sindicales», de carácter asistencial y enfocadas a distintos ámbitos: la «Obra Sindical del Hogar» —promoción de viviendas para los trabajadores—, la «Obra Sindical 18 de Julio» —asistencia sanitaria— o la Obra «Educación y Descanso»
A lo largo de toda su existencia la Organización Sindical contó con un gran entramado burocrático y dispuso de un buen número de organizaciones a través de las cuales ejecutaba sus funciones «sociales». Buena parte de estas eran las llamadas «Obras Sindicales», de carácter asistencial y enfocadas a distintos ámbitos: la «Obra Sindical del Hogar» —promoción de viviendas para los trabajadores—, la «Obra Sindical 18 de Julio» —asistencia sanitaria— o la Obra «Educación y Descanso»
Legislación de interés.
Ley de Unidad Sindical Agraria, De dos de septiembre de 1941. (GAZETA).
Ley de bases de la Organización Sindical, de 6 de diciembre de 1940 (GAZETA).
Ley de Unidad Sindical, de 26 de enero de 1940. (GAZETA).
Sindicatos Nacionales
Con la promulgación de la Ley de Clasificación de Sindicatos el 23 de junio de 1941 se estructuró la organización sindical, a consecuencia de lo cual se crearon 24 sindicatos nacionales. Posteriormente el número de sindicatos aumentó a 26. En 1941 quedó organizada así:
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Esquema
- Delegación Nacional de Sindicatos:
- Sindicatos nacionales.
- Junta Nacional de Hermandades.
- Centrales Nacionales Sindicales:
- Delegaciones provinciales de Sindicatos.
- Cámara Oficial Sindical Agraria.
- Delegaciones Sindicales Comarcales:
- Gremios Artesanos.
- Cofradías de Pescadores.
- Sindicatos de Empresas.
- Entidades Mixtas.
- Hermandades Sindicales del Campo.
- Delegación Sindical Local.
- Gremios Artesanos.
- Cofradías de Pescadores.
- Sindicatos de Empresas.
- Entidades Mixtas.
- Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos
- Empresas - familias campesinas - familias pescadoras - artesanos - productores independientes.
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